Poemas de Marena X. Sepúlveda y Mared Guerra Ades*


*         *De Crónica intransigencia de premeditada muerte, edición autónoma, Cancún, 2023. Publicados con el permiso de los autores.

por Marena X. Sepúlveda y Mared Guerra

                      Onceava sombra


MARED


Hoy no me sirvió de nada ser yo. Sacudí todos mis horrores sobre la avenida y perseguí a los automóviles con un látigo. Hoy no me sirvió de nada tenerme a mí. Lloré, otra vez lloré por dentro. Lloré, otra vez sin lágrimas, lloré, otra vez siendo espectro, habitando el silencio asilo de los pobres condenados a no ser yo.

Todos mis archivos muertos cobraron vida y clavaron sus más filosas dudas en mi garganta (desanudándola para que se echara a correr), y en mi pecho (por donde supuse latía un corazón con el privilegio del ritmo consecuente).

Desangré inmensidades de… no sé. Aunque lo sepa, no lo quiero saber. Mi suspiro delator fue tan real y condenatorio, que tuve que escapar con todo y mi cuerpo. Y no me sirvió de nada ser yo. Todo mi «permanente» privilegio perdió vigencia en una sola implosión.

En los auriculares la música underground. Nono Tarado me calmó con su canción «Vida». Luego me vi en el espejo de los ojos cerrados como un tranquilo feto sostenido por la nada del universo, afortunado de no nacer.


Doceava sombra

MARENA

Comprendo
los gritos que mi cuerpo expulsa a la nada
en forma de espasmos.

Calambres
que entiesan los músculos de mis piernas,
de mis brazos,
de mi tórax.

No son nada
más que recuerdos
que deambulan
entre los pasillos de mi mente
y mantienen petrificado mi esqueleto.

Agotada
de caminar y cansada
de exhalar melancolía,
me hundo dentro de mí
colocando mis brazos sobre mi estómago,
orando porque este no sea
mi último aliento de vida.

Azufre.
El ambiente huele a azufre.
El infierno es este pensamiento
anclado en mi ser
y no hallo la manera de escapar de él.

No puedo correr más,
no puedo caminar más.

¿Cómo poder escapar
de este tormento dentro de mí?

Un demonio fijó en mí
una mirada compasiva, reflexiva,
y con una sonrisa cínica
me dijo: Estorbo.

SÁBADO


MARENA

Soledad, dulce panacea para la apatía.
En soledad, bebo la sangre de Cristo
e inhalo el aliento del diablo.




MARED

Hace tiempo prefiero whisky
en vez de vino. Pero sobre todo prefiero
alcohol barato de farmacia,
lo administro en mis heridas abiertas
de cuando fui crucificado a diario.


VIERNES

MARED


No me entiendo de otra manera que no sea
a solas y en la tarde (bajo penumbra).
En la noche entro en conflicto y termino asesinándome,
en la mañana, casi siempre, termino resucitándome.
Por todo lo que he dicho en este momento,
por ser una vil mentira, me declaro
liberadoramente culpable.




MARENA


La tarde es un monstruo de fuego hambriento
que engulle mi cuerpo.
Entre sus brasas, mis miedos son calcinados,
dejando a mi alma reposar con la noche.
En ceniza, aun queda la incertidumbre.
Mañana otros miedos se integrarán.
La condena continúa.

Marena X. Sepúlveda (CDMX, 25 DE noviembre de 1994). Artista visual y poeta. En 2018 realiza su primera exposición de galería en La Casa de la Cultura, Cancún, Quintana Roo, La intensidad de la expresión, misma que la llevaría a exponer en otros lugares de Cancún, Playa del Carmen y Mérida. En 2019 integra el Colectivo Raíz, con el cual llevaría a cabo exposiciones colectivas de arte y actividades de recreación creativa, talleres y conversatorios. En 2021 participa en una exposición de cortometraje para El Olimpo, en Mérida Yucatán, en ella expuso dos cortometrajes experimentales El Pasajero y Pigmalión.

Mared Guerra
Alí Benítez, escritor cancunense, (10 de noviembre de 1986), llamado también Mared Guerra, es considerado poeta –auqnue él rechaza esa etiqueta– prefiere reconocerse como un creativo alternativo que escribe y que no busca ningún tipo de validación institucional. Autor de los libros Ente el olvido y el amor-fo (2016), Melomanía melancólica (2017), Odio a las cucarachas (2017), Esto claro que no es poesía (2019), Distracciones del más allá (2020), Defecto (2023), Seudo (2023).

Deja un comentario